Finstral instaló los premarcos, ventanas y elementos correderos que han contribuido de forma fundamental a la modernización estética y funcional del complejo Camozzi 70.
¿El punto de partida? Dos edificios distintos, uno de los años 1970 y el otro presumiblemente de los 1950. Ambos en bastante mal estado, ambos lejos ya de cumplir los estándares modernos. ¿Lo positivo? Se hallan en una ubicación privilegiada, en pleno centro de la ciudad de Bérgamo, en el norte de Italia. ¿La idea? Extraer el máximo de los edificios mediante una renovación completa. Aunque supusiera un gran esfuerzo. Para revalorar el complejo, no solo desde el punto de vista arquitectónico y estético, sino también energético, el promotor de la obra, la inmobiliaria Immobiliare Percassi, decidió renovar al máximo el inmueble. Para ello encargó al estudio de arquitectos milanés Progetto CMR la renovación y al arquitecto Andrea Olivotto la implementación y la dirección de la obra.
“Por dentro ya no se reconoce absolutamente nada de la estructura original de los edificios. Solo se conservaron las partes de los edificios relevantes para la estática”, explica Andrea Olivotto. Nos encontramos con el arquitecto, junto con el empleado de Finstral Ivano Talmon y Florian Oberrauch de la directiva de Finstral, delante del proyecto finalizado, denominado Camozzi 70 por el nombre y el número de la calle. “Sí, efectivamente, los edificios se renovaron por completo, literalmente a fondo”, confirma Talmon. El edificio más pequeño siempre había sido un edificio de viviendas con locales comerciales en la planta baja. El edificio grande, por el contrario, era un edificio solo de oficinas, sede de Confindustria, la mayor patronal de Italia. Ahora, el promotor de la obra ha distribuido las superficies de manera totalmente nueva. De los 6.500 metros cuadrados de superficie repartida en seis plantas, un 64 % está destinado a viviendas, un 20 % a espacios comerciales, un nueve por ciento a oficinas, un cinco por ciento a terrazas y un dos por ciento a entradas y pasillos.
La revaloración estética y funcional de los dos edificios se llevó a cabo de forma distinta. La fachada roja y la piedra “Ceppo di Grè” de la parte inferior del edificio pequeño debían conservarse. Por lo tanto, no era posible aislar la fachada por el exterior. Por eso, ahora, una capa adicional de pared en el interior aporta un mayor aislamiento. El otro, el edificio más grande del complejo, por el contrario, se modernizó exhaustivamente y presenta dos tipos distintos de fachada: una con enlucido y otra con modernas baldosas de gres y un sistema de ventilación integrado que evita un sobrecalentamiento de la fachada, lo que permite un notable ahorro de energía y de costes para el enfriamiento de las estancias.
Las máximas exigencias a las ventanas
¿Qué criterios tenían que cumplir la ventanas y las puertas correderas elevadoras? “Los productos de Finstral debían aportar, desde el punto de vista funcional, un aislamiento acústico óptimo y el aislamiento térmico ideal, dejar entrar mucha luz y, al mismo tiempo, conceder un aspecto atractivo y apropiado a las diferentes fachadas”, explica Olivotto. Para ello se utilizaron ventanas, puertas correderas elevadoras y puertas de entrada de Finstral especialmente adaptadas al proyecto Camozzi 70. Los arquitectos se decidieron por FIN-Project Nova-line Plus con diseño “todo vidrio” con hoja oculta y bordes esmaltados porque este tipo de ventana presenta un perfil especialmente estrecho. Un sistema de oscurecimiento motorizado con Raffstore equipado con lamas de aluminio en el exterior garantiza que se pueda regular individualmente la entrada de luz a través de las grandes hojas. Para las puertas correderas elevadoras también se quería que la forma del marco fuese extremadamente estrecha; Slim-line Cristal con un esmaltado cubriendo el marco por el interior fue la opción perfecta. El triple vidrio, combinado con el vidrio de protección solar Max Valor 3, tanto de las ventanas como de las puertas correderas elevadoras, garantiza un aislamiento térmico óptimo (Ug = 0,6 W/m²K) y protege contra un exceso de sol y de ruido. Las puertas de aluminio de la entrada principal y de las entradas a los comercios ofrecen una protección fiable gracias a nuestros más elevados estándares de seguridad.
Diseño personalizado de las ventanas
El sistema modular de Finstral supuso una gran ventaja para el diseño individual de los espacios. Los materiales y colores de la parte interior y exterior de la ventana se pudieron combinar libremente. Esto significaba que la fachada exterior del proyecto Camozzi 70 podía ejecutarse con marcos de aluminio de color antracita de acuerdo con los requisitos establecidos por el municipio de Bérgamo, mientras que para la parte interior de las ventanas había una gran variedad de colores y superficies: aluminio en aprox. 230 colores directos y con efectos y diferentes tipos de madera. “Los nuevos propietarios y propietarias de las viviendas de Camozzi 70 pudieron elegir el diseño de las ventanas de cada habitación de acuerdo con la decoración interior de la vivienda”, explica contento el arquitecto Olivotto.
Un montaje inteligente
Desde el punto de vista de los arquitectos, el uso del premarco FIN-Fix también demostró ser efectivo.Al inicio de la obra solo se colocaron los premarcos aislantes térmicos y los cajones de los Rafftore exteriores ya premontados, así como las guías. Las ventanas en sí y los componentes del sistema de oscurecimiento no se colocaron en el premarco hasta que no finalizaron los trabajos de aislamiento y enlucido. De este modo se protegieron las ventanas y los sistemas de oscurecimiento de los posibles daños durante la obra.
¿El resultado? “Un complejo de edificios bonito y energéticamente eficiente en todos los sentidos, con elementos funcionales y estéticos impecables, que además fueron montados a la perfección”, afirma satisfecho Florian Oberrauch y añade mirando a Olivotto: “De este proyecto, efectivamente, podemos estar todos orgullosos”.