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La fachada de cerámica de siempre, con ventanas nuevas.
La fachada de cerámica de siempre, con ventanas nuevas.
Rindermarkt en Múnich: renovación de ventanas en un complejo de edificios con la fachada protegida, en pleno centro de la ciudad.
Finstral llevó a cabo una compleja renovación de ventanas en un complejo de edificios en la calle Rindermarkt de Múnich, que caracteriza el centro de la ciudad con su llamativa y valiosa fachada de cerámica. El desafío consistía en no dañar bajo ningún concepto los azulejos de cerámica durante la renovación.

“¿Tiene un momento para mí? Puede que se le ocurra algo. Tenemos un caso un tanto complicado de renovación de ventanas”. Más o menos con estas palabras le planteó la cuestión el arquitecto muniquense Matthias Wendt del estudio de arquitectura Landherr und Partner a Werner Schmidt del Servicio para Arquitectos de Finstral, que iba de camino a una cita cuando recibió la llamada. “No tenía mucho tiempo, así que concerté espontáneamente una cita en el lugar para poder ver con exactitud de qué se trataba”, recuerda Schmidt. “Y qué quería decir difícil en este caso”.

La construcción en cuestión, uno de los conjuntos de edificios más famoso de Múnich, se encuentra justo en la plaza Rindermarkt, justo frente a la famosa iglesia de Sankt Peter. Hace siglos, allí se celebraba el mercado de ganado, de donde deriva el nombre de la plaza. Hoy en día, la plaza Rindermarkt forma parte del barullo turístico y comercial en pleno casco antiguo de Múnich. A Werner Schmidt le bastó echar un vistazo para entender: “Montar aquí una obra sería caro y molestaría a mucha gente”. El complejo de edificios de finales de los años 1950 consta de siete partes, su fachada está protegida y todas sus viviendas alquiladas, por lo que hay mucho flujo de público y además está en medio de una zona peatonal. A esto se suma la fachada de coloridos azulejos que caracteriza la imagen de la ciudad. Todos extraordinarios. Todos prácticamente insustituibles. Sin duda había que cambiar las viejas ventanas de aluminio, pero una renovación de ventanas clásica con andamios, desmontaje del marco y las molestias durante meses que esto implica, como el ruido y la suciedad, estaba fuera de cuestión. “Para renovaciones así hacen falta métodos mínimamente invasivos”, dice Schmidt. “En Finstral tenemos mucha experiencia en este terreno”.
La fachada de cerámica de siempre, con ventanas nuevas.
Rindermarkt 16 y 17 en Múnich: las partes del complejo de edificios se funden en una unidad armoniosa.
Los azulejos se habían colocado con un método de capa gruesa, es decir, unidos directamente al muro. “Por eso, al principio contábamos con posibles daños”, admite el experto de Finstral Werner Schmidt. Al fin y al cabo, la cerámica no es muy resistente. “En este tipo de fachadas es fácil que la humedad penetre en las juntas. Luego, en invierno se congela la capa de mortero y se producen grietas. Pero la fachada de cerámica de Rindermarkt estaba en un estado sorprendentemente bueno. Lo que hacía todavía más importante que permaneciera intacta durante la renovación de las ventanas”.

El arquitecto Matthias Wendt lo confirma: “En una construcción así, los montadores de ventanas no debían entrar en contacto con el muro y tampoco con la fachada que va unida a él. El riesgo para los valiosos azulejos era demasiado elevado. Estos azulejos ya no se fabrican y, por tanto, no se pueden sustituir”. Es decir que hacía falta un método de montaje que no alterara el muro y no requiriese colocar andamios, puesto que un andamio conlleva el riesgo de dañar la fachada.

Por lo tanto, el método de montaje con marco de renovación por el interior mínimamente invasivo de Finstral era la única solución. Estaba hecho para un desafío tan sensible. Con este método se conserva el marco antiguo de la ventana con su conexión a obra en buen estado. Solo se quitan las hojas y los herrajes de las ventanas. Luego, el marco de la ventana existente se duplica mediante un perfil que se inserta por el lado de dentro y que sustituye el perfil de la antigua hoja. Dado que ni hay que cortar perfiles ni se requieren trabajos de albañilería y que todos los trabajos se realizan desde el interior de la vivienda, la sustitución se llevó a cabo sin ruidos, suciedad ni andamios y, sobre todo, sin tocar el muro y, por tanto, sin poner en peligro los valiosos azulejos.

Pero Finstral no solo convenció con su innovador método de montaje, sino también con su gama de productos modular, específicamente adaptada a las exigencias de la protección de la fachada. “Originariamente, las ventanas de la segunda a la cuarta planta eran de dos hojas”, explica el arquitecto Wendt. “Hasta donde sabemos, probablemente se sustituyeron en 1992 por ventanas de una hoja con un cuarterón adherido en el medio. Y ello sin consultarlo con las autorizades de protección del patrimonio, por lo que después se tuvieron que volver a quitar los cuarterones. Sin embargo, las ventanas de una hoja se dejaron”. Con Finstral como socio para la nueva renovación se tenía la oportunidad de devolverles un aspecto similar al original histórico: “Dado que desarrollamos y producimos todo nosotros mismos y prácticamente todo combina con todo, Finstral pudo suministrar sin problema una variante de dos hojas para el edificio de Rindermarkt”, comenta Schmidt.
La fachada de cerámica de siempre, con ventanas nuevas.
De la segunda a la cuarta planta, las ventanas ya se han renovado. En la primera planta seguían estando (cuando se hicieron las fotos) los elementos viejos.
La fachada de cerámica de siempre, con ventanas nuevas.
De conformidad con la protección de la fachada, las ventanas de dos hojas se acercan más a su aspecto originario.
La fachada de cerámica de siempre, con ventanas nuevas.
Los azulejos de tonos rojizos caracterizan el aspecto de la fachada con sus inusuales dibujos.
La fachada de cerámica de siempre, con ventanas nuevas.
En las plantas superiores ya se habían colocado las nuevas ventanas de dos hojas; en la primera planta todavía había que montar grandes elementos de una hoja con dispositivos anticaída.
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Una fachada colorida, pero un aspecto de conjunto armonioso.
Pero igual de importante era que los anchos vistos de los marcos siguieran siendo estrechos; lo que no suponía un problema para Finstral, cuyos perfiles de por sí ya son de los más estrechos del sector. El antiguo marco de la hoja se sustituye mediante el nuevo marco de ventana insertado. Y la nueva hoja se realiza en la ejecución sin marco Nova-line. De este modo, el aspecto del marco por el exterior es el mismo antes y después de la renovación y las nuevas ventanas dejan entrar tanta luz en el interior como antes. Para la primera planta se querían hojas más grandes que se pudieran abrir (y que, por supuesto, Finstral también pudo proporcionar), adaptadas estéticamente y con elementos de seguridad adicionales, como dispositivos anticaída, los “airbags” de las hojas de ventana pesadas. Por descontado, las ventanas modernas establecen un nuevo estándar en lo referente al aislamiento térmico y acústico en comparación con los modelos antiguos.

Lo que el montaje con marco de renovación por el interior siempre garantiza, además de proteger la fachada, es un proceso fluido, planificable y rápido. El complejo de edificios de Rindermarkt alberga consultas médicas, bufetes de abogados y oficinas. Los médicos hacen operaciones ambulatorias, los abogados mantienen reuniones importantes. Para este tipo de inquilinos, una interrupción prolongada del negocio no es una opción o va unida a costes elevados. El método de montaje de Finstral, no obstante, solo dura poco más de una hora por ventana, por lo que se puede planificar y coordinar de forma fácil y fiable. Los montadores pudieron trabajar de forma flexible justo en los espacios que no se iban a utilizar ese día. Tampoco hubo que almacenar las ventanas. Los montadores fueron trayendo cada día las nuevas ventanas, montándolas y llevándose las antiguas al final de la jornada. “Además de la protección de la fachada, el fluido proceso de montaje fue uno de los motivos principales por los que nos decidimos por Finstral”, resume el arquitecto Matthias Wendt.

El montaje con marco de renovación por el interior de Finstral no solo ha facilitado la renovación de ventanas en la plaza Rindermarkt de Múnich, sino que la ha hecho posible. Las nuevas ventanas adaptadas a la fachada protegida se pudieron montar sin problemas, sin poner en peligro la histórica fachada de cerámica y sin afectar el funcionamiento de las oficinas y consultas. El complejo de edificios sigue caracterizando la imagen de la ciudad de Múnich, pero con nuevas ventanas, que reflejan mejor que antes el aspecto histórico del edificio.
La fachada de cerámica de siempre, con ventanas nuevas.
El diseño esbelto de los marcos Nova-line satisface el deseo de perfiles estrechos por parte de las autoridades de protección.
La fachada de cerámica de siempre, con ventanas nuevas.
Los históricos azulejos están extraordinariamente bien conservados y la renovación de las ventanas no debía ponerlos en peligro.
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Cada azulejo se había colocado con un método de lecho grueso, es decir, que está unido directamente al muro.
La fachada de cerámica de siempre, con ventanas nuevas.
El edificio de posguerra fue construido a finales de los años 50.
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