Un exceso de ruido puede ser perjudicial para la salud, mientras que el silencio absoluto genera desazón: en un punto intermedio radica la calidad de vida. Que las ventanas son importantes para el aislamiento acústico, está claro. Pero un vidrio aislante acústico de calidad no siempre es suficiente. El ingeniero Ruben Erlacher considera que la calidad de una ventana radica en la adecuada combinación entre vidrio, perfiles y conexión a obra.

Como experto en aislamiento acústico, ¿su objetivo es aislar acústicamente el máximo posible el ambiente interior de la vivienda?
En el fondo, sí. Al fin y al cabo, el aislamiento acústico, es decir, la calidad acústica de un edificio es uno de los factores más importantes cuando se construye o se reestructura una casa. Pero tampoco se debería exagerar con el aislamiento acústico de la fachada, puesto que cuanto más silencioso es un espacio, más se percibe cada mínimo ruido. Necesitamos percibir un cierto nivel acústico del exterior, siempre respetando los valores límites.

Porque un exceso de ruido puede ser perjudicial para la salud...
Exacto. Un nivel de ruido constante, por ejemplo, puede elevar la presión arterial. Precisamente en las ciudades, estamos sometidos a una exposición continua de ruido y esto hace que necesitemos de mayor tranquilidad para poder relajarnos en nuestras casas. Por eso es tan importante el aislamiento acústico entre viviendas y hacia el exterior.

¿El ruido es sobre todo una percepción subjetiva?
Sí, es verdad e incluso se puede decir que el peor ruido es aquel que no quisiéramos oír. No importa cuál, sea lo que sea en ese momento: un mosquito por la noche o la carretera principal. Y, precisamente porque la percepción del ruido es subjetiva, es importante dejarse asesorar por profesionales. De este modo se puede valorar objetivamente la contaminación acústica: ¿el nivel de ruido está por debajo o por encima de los límites?

¿Qué tipos de ruido existen?
Hay dos tipos principales: ruido aéreo y ruido de impacto. El primero se propaga a través del aire, como la música o el ruido del tráfico. El segundo se propaga a través del choque de dos objetos sólidos y transmitido por la estructura, como por ejemplo el ruido de los pasos que se genera al caminar sobre un techo o al arrastrar muebles. Existen otros tipos de ruido estructural causado por las vibraciones de las instalaciones, de funcionamiento continuo y discontinuo, como las cisternas de inodoros, puertas de garajes, persianas, aparatos de ventilación o calefacción.

¿Cómo se introduce el ruido aéreo en el interior?
El ruido puede penetrar por cualquier punto vulnerable. En la mayoría de los casos por las ventanas, que son un elemento complejo que tiene que cumplir muchas funciones pero, a menudo, están deterioradas y ya no aíslan correctamente. A esto hay que añadir que las superficies de las ventanas cada vez son más grandes. Esto, en general, es algo bueno porque así entra más luz en los ambientes interiores; pero hace que la ventana sea un elemento cada vez más importante para el aislamiento acústico. La ventana es, sin duda, el elemento más importante en la fachada, también en lo que al aislamiento acústico se refiere.

¿Cuáles son los criterios que se deben considerar a la hora de elegir mis ventanas para que mi casa sea lo más tranquila posible?
La calidad de una ventana radica en la adecuada combinación entre vidrio, perfiles y conexión a obra. La gente suele prestar atención solo al aislamiento acústico del vidrio. Esto es un grave error, puesto que también la forma de los perfiles y el modo en que se monta la ventana tienen una gran repercusión en el aislamiento acústico. Por lo tanto, siempre se deberían tener en cuenta los tres aspectos: vidrio, perfiles y montaje, sin olvidarse del cajón de la persiana. Este también tiene que ser hermético al aire y estar bien instalado, de lo contrario el ruido penetrará por este punto débil.

¿Cuándo tiene sentido medir el nivel de aislamiento acústico?
La calidad acústica de un edificio es uno de los aspectos más importantes cuando se construye una casa. Por eso, siempre recomiendo una planificación acústica cuando se construye una casa nueva y especialmente cuando se trata de una reestructuración y se renuevan las ventanas. De este modo se tiene la posibilidad de mejorar; y no haciéndolo de manera aproximativa sino con fundamentos técnicos. Se calcula qué nivel de ruido se desea conseguir en cada espacio y, en consecuencia, se elige la ventana adecuada.