Mayor eficiencia energética gracias a la renovación.

FinstralMagazineMayor eficiencia energética gracias a la renovación.

Sustitución de ventanas de tres bloques de edificios en Milán.

Finstral renovó, en el marco del programa Superbonus 110, unas 800 ventanas en solo cuatro meses.

Es una agradable y templada tarde de abril, y Florian Oberrauch, directivo de Finstral, e Ivano Talmon, del departamento de proyectos Contract, se encuentran delante de un complejo de edificios recién renovado en Milán. El sol del atardecer hace resplandecer la fachada en un cálido color amarillo y se refleja en las 800 ventanas recién montadas en un tiempo récord y que ahora incrementan la eficiencia energética y el valor estético de cada una de las viviendas.

Tres edificios, una historia. Todo comenzó con el Superbonus 110, una subvención estatal que se concedió en Italia entre 2020 y 2022 y permitió la renovación energéticamente eficiente de numerosos edificios. El requisito para recibir la ayuda era realizar al menos una intervención en el edificio, por ejemplo, en el aislamiento térmico de la envolvente o del tejado. También se financiaban mejoras como la renovación de ventanas o la instalación de sistemas fotovoltaicos.

En el marco del Superbonus 110 se realizó también la renovación profunda de las “Tre Case”, en español las “Tres casas”, como llaman los milaneses al complejo de tres edificios construido en 1980. El coordinador general fue Rete Irene, una red de empresas que se ha especializado en la renovación energética de edificios. Se trata de uno de los primeros actores nacionales independientes y se presenta como interlocutor único de sus clientes, ofreciendo un servicio completo: desde los permisos hasta la planificación, desde la supervisión de la obra hasta la finalización de las tareas encargadas. Para la renovación de las ventanas de “Tre Case”, Rete Irene quiso que su socio fuera Finstral.

En “Tre Case” se renovaron 800 ventanas en solo cuatro meses.

“En este proyecto tuvimos que superar dos desafíos. En primer lugar, había que sustituir las ventanas con rapidez, sin complicaciones y con fluidez porque no era posible desalojar las viviendas. En segundo lugar, las nuevas ventanas tenían que cumplir las exigencias vinculadas al Superbonus 110 y revalorizar el edificio energéticamente”, explica Talmon, el director del proyecto.

“La primera tarea la cumplimos mediante nuestros innovadores métodos de montaje”, continúa Florian Oberrauch. “El marco de madera de las ventanas viejas no estaba integrado en el muro y, por eso, se pudo quitar por completo. Los nuevos marcos de las ventanas los montamos y a continuación los atornillamos sencillamente sobre el premarco existente de metal y, por último, se colgaron las hojas”. Gracias a este sistema de montaje, todo el procedimiento se llevó a cabo sin apenas generar suciedad ni ruido y en poco más de una hora por ventana. “Finstral fue capaz de cambiar las ventanas de una habitación mientras los habitantes tomaban tranquilamente un café en otra habitación”, sonríe Talmon y prosigue: “Esto permitió renovar las ventanas de los tres bloques de edificios en apenas cuatro meses. ¡Todo un logro!”.

Mejora de un complejo de edificios de los años 1980 gracias a una instalación fotovoltaica en el tejado y la renovación de la fachada.

Las cualitativas ventanas renovadas garantizan una eficiencia energética óptima.

Acabado madera por el exterior: un acento estético y un aislamiento óptimo.

Las grandes superficies acristaladas dejan entrar mucha luz y calor natural en el interior.

Las ventanas con estrechos marcos de PVC blanco encajan perfectamente en la cocina con vistas.

Finstral también superó de forma óptima el segundo desafío y mejoró la eficiencia energética. Núcleo de PVC, juntas centrales coextrusionadas, distanciadores y vidrios de alta calidad son solo algunos de los motivos por los que las ventanas Finstral siempre aíslan térmica y acústicamente a la perfección. También se renovaron las persianas y los respectivos cajones de las “Tre Case”, lo cual aporta un aislamiento térmico notablemente mejor. “De este modo, se quedan fuera el frío en invierno – y el calor, en verano”, comenta entusiasmado Oberrauch y luego añade serio de nuevo: “El edificio se ha revalorizado mediante el aislamiento de la envolvente, la instalación de un sistema fotovoltaico y, por último, con la renovación de las ventanas de una clase energética F a la C. Esto es realmente increíble. Los inquilinos gastan significativamente menos energía, tanto para la calefacción como para el aire acondicionado, el cual, dicho sea de paso, es más caro. A largo plazo, esto les supondrá un gran ahorro económico. Una medida en favor de la protección del clima de la que todos pueden ahora beneficiarse”.

Y por si esto fuera poco: “Como en Finstral, la funcionalidad y la estética van siempre de la mano, pudimos mejorar al máximo el edificio no solo energéticamente, sino también visualmente”, cuenta Oberrauch. Finstral ofreció a los propietarios de cada vivienda la posibilidad de diseñar las ventanas de forma personalizada, pero dentro de la misma categoría de precios. Además de poder elegir entre diferentes modelos y colores de manillas, podían escoger dos diseños de marco diferentes: Classic-line, con formas clásicas y suaves en PVC con estructura de madera tanto para el interior como el exterior, o Nova-line con estética todo vidrio en aluminio con estructura de madera para el exterior y PVC con estructura de madera en el interior. Rellenando un formulario con fotos de los diseños, los propietarios pudieron decidir de forma individual el aspecto de sus nuevas ventanas.

Ventanas nuevas, muy bonitas y perfectamente aislantes, montadas todas sin ningún tipo de incidente. Gracias a los innovadores métodos de montaje y la diversidad de la gama de productos de Finstral, se pudieron sustituir en total 800 ventanas en un tiempo récord y de acuerdo con los deseos individuales de los propietarios de las viviendas. Lo que suena como un sueño, se hizo realidad para Rete Irene y “Tre Case”.