A doce kilómetros al suroeste de Málaga, en la Costa del Sol, se encuentra Torremolinos. En el corazón de la turística calle Salvador Allende, a sólo 50 metros de la playa, el joven estudio de arquitectura Eido ha creado un llamativo edificio neomoderno de aluminio, vidrio y cerámica, con once viviendas con amplias transparencias, cada una de ellas con su propio toque personal. Los apartamentos del edificio Las Golondrinas, separados de las propiedades colindantes por unos ingeniosos cierres laterales, cuentan con grandes frentes acristalados tanto en la fachada delantera como trasera para garantizar una óptima iluminación y ventilación. Una conversación con el arquitecto Iván Faltoyano de Eido y el responsable Finstral del proyecto, Mauro Zambianco, sobre el uso de la luz y el arte de crear algo especial a pesar de las estrictas especificaciones que hay que cumplir.¿Cuáles fueron los requisitos arquitectónicos para Las Golondrinas, Sr. Faltoyano?Iván Faltoyano: Al principio fue un poco caótico, puesto que el promotor no tenía las ideas claras. Primero nos pidió diseñar un edificio con 18 pequeños apartamentos. Luego pasaron a ser solo doce y al final fueron sólo once.
¿Por qué?Iván Faltoyano: Como se trataba de una inversión inmobiliaria, se llegó a la conclusión de que las unidades más grandes se venden mejor. A lo largo del proyecto, el promotor se enamoró tanto del edificio que decidió unir los dos áticos y convertirlos en su propio hogar.
Once viviendas en tres plantas, ¿cómo puede uno imaginárselas?Iván Faltoyano: Se trataba de aprovechar el espacio disponible de la mejor manera. Hemos basado el diseño del proyecto en dos factores: la entrada de luz natural y las vistas, para que el interior y el exterior se comuniquen. Partiendo de ahí, hemos tratado de potenciar estos criterios mediante un estudiado juego de volúmenes. Sugerimos, de forma semejante a piezas de Tetris, una organización de viviendas estándar de diferentes tamaños en la planta baja y cuatro, o mejor dicho, tres áticos en dos plantas. De este modo pudimos organizar el acceso a todas las viviendas desde la planta baja y obtener una mayor superficie para los tres áticos. Por cierto, nuestro modelo fue la Unité d‘habitation de Le Corbusier en Marsella.
¿De dónde surgió la idea de una fachada dinámica con estores enrollables “Screen” integrados?Iván Faltoyano: Toda la forma del edificio se basa en la adaptación al terreno muy estrecho. La fachada principal está orientada al sureste para aprovechar al máximo la luz natural de la mañana y combatir el intenso sol del mediodía. Al mismo tiempo, la fachada dinámica con los estores enrollables interiores ocultos proporcionan la justa privacidad e intimidad en las terrazas. Los tabiques se utilizan además para integrar en ellos la tecnología (instalación domótica) y los servicios del edificio.
También llama la atención la presencia masiva de las ventanas en la fachada principal ...Iván Faltoyano: La exigencia principal era fusionar el interior con el exterior haciendo entrar mucha luz gracias a los grandes acristalamientos. Cuando el cliente se sienta en el sofá de su salón, debe tener la impresión de estar directamente en el mar. La parte frontal de las viviendas, efectivamente, es toda de vidrio, ventanas de suelo a techo de 2,65 metros de altura. La venta inmobiliaria de viviendas en España se basa principalmente en las vistas, en la entrada de luz y en la luminosidad. Todas las viviendas de este edificio estaban vendidas antes de finalizar las obras. En vista del gran número de aperturas y, en consecuencia, de ventanas y del presupuesto a disposición, necesitábamos un solución competitiva en términos de costes y diseño. Y así es como nació la colaboración con Finstral.
Mauro Zambianco: El verdadero desafío para nosotros, no obstante, no eran las grandes dimensiones de las ventanas - eso es algo estándar para nosotros - sino el hecho de que cada vivienda tenía ventanas de diferentes tamaños. Es decir, requerían una solución a medida, desarrollada de acuerdo con los requisitos específicos de los arquitectos. En cada vivienda hay combinaciones de acristalamientos fijos con ventanas que pueden abrirse. El proyecto exigía además una ventana con una estética minimalista, que apenas requiriera mantenimiento, que dejara entrar mucha luz y con una excelente prestación térmica y acústica. Al final, la hoja oculta por el lado exterior Nova-line fue la que más gustó a los arquitectos, porque permite una estética simétrica entre la parte fija y la hoja. Y también porque un perfil de hoja oculta tiene un ancho visual mucho más estrecho que los perfiles de ventana clásicos; en concreto de sólo unos siete centímetros en comparación con los 11 a 14 centímetros habituales. Como resultado, deja entrar mucha más luz natural en el interior. El uso del vidrio Mediterran, que tiene un color casi neutro, garantiza a su vez una buena transmisión de luz combinada con una eficiente protección solar. Dado que la zona es un punto neurálgico del turismo y en verano el tránsito de personas y coches genera mucho ruido, con sólo un doble vidrio aislante y la combinación de diferentes grosores de vidrio hemos conseguido el aislamiento acústico deseado.
Iván Faltoyano: Sí, por eso también estamos contentos de haber elegido estas ventanas. El excelente aislamiento acústico ya se puso de manifiesto durante las obras. Si se estaba dentro y se quería decir algo rápidamente a los obreros de fuera, no se enteraban de nada. La diferencia entre tener las ventanas abiertas y cerradas es realmente sorprendente.
¿Por qué el cliente eligió las ventanas de PVC?Mauro Zambianco: El PVC ofrece una excelente calidad a un buen precio. Por lo tanto, fue la decisión correcta no solo en lo que respecta al presupuesto. El PVC también es extremadamente resistente a la intemperie, incluso cerca del mar, no le afecta el aire salino. Y el mantenimiento es mínimo.
Iván Faltoyano: Lo determinante para nuestra decisión, además de la cuestión de los costes y del mantenimiento, fue la estética minimalista de las ventanas. No hemos encontrado en el mercado ningún producto comparable de esta calidad. A esto hay que añadir que la superficie blanca satinada de las ventanas Nova-line armoniza bien con la estética minimalista de los luminosos espacios interiores y suelos de madera.
La fase de obras de 13 meses fue relativamente breve. ¿Qué significó esto para el montaje de las numerosas ventanas, todas de diferentes tamaños?Mauro Zambianco: Como en el terreno no había espacio para almacenar las ventanas, tuvimos que organizar las entregas por cada una de las fachadas, es decir, escalonar las entregas y los tiempos de montaje. Y como cada vivienda tenía ventanas de diferentes tamaños, cada ventana tenía que ser identificada con la ubicación exacta de la vivienda en la que había que montarla. Para facilitar el montaje, cada paquete se descargaba en la terraza correspondiente con una grúa. Todas las ventanas y puertas se montaron justo a tiempo y todo funcionó sin problemas.
Iván Faltoyano: Finstral nos ha ayudado mucho, nos han asesorado desde el principio sobre todas las cuestiones constructivas y de manera profesional. Solucionaron de forma óptima todos los problemas relativos a las dimensiones de las ventanas y el montaje. El resultado de la obra y su impacto se debe también en gran parte a Finstral.
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