“Óptima estanqueidad y ventilación correcta: el lema de la eficiencia energética”
Experta en ventilación Annamaria Belleri: ambiente acogedor.
La correcta ventilación es esencial para una buena calidad del aire, ya que el aire fresco aporta oxígeno a nuestro metabolismo, diluye los olores y las toxinas y refresca. En esta entrevista, la experta en ventilación Annamaria Belleri explica además por qué el concepto de confort y ambiente acogedor es altamente complejo.
La envolvente del edificio, cada vez más estanca, tiene un notable impacto en la calidad del aire interior. ¿Por qué es importante ventilar?
Una buena ventilación contribuye de forma fundamental a la salud y el confort de los usuarios del edificio. La ventilación es importante, ante todo, para aportarnos oxígeno y diluir productos del metabolismo humano, como el dióxido de carbono y los olores. Es también una manera de mantener la buena calidad del aire interior, diluyendo y eliminando otras sustancias nocivas que se emitan en el interior. La primera opción, por supuesto, es evitar emitir sustancias nocivas en los espacios interiores.
La ventilación contribuye además a refrescar los espacios de los edificios herméticos y con aislamiento térmico que se sobrecalienten con facilidad. El uso de la ventilación mecánica o natural, que ahorra energía, para refrescar los espacios interiores se denomina “refrigeración por ventilación”.
¿Qué hay que tener en cuenta a toda costa cuando se ventila?
“Óptima estanqueidad y ventilación correcta” es el lema de la eficiencia energética. Esto significa que el intercambio de aire se tiene que regular bien para minimizar el consumo de energía y, al mismo tiempo, garantizar una buena calidad del aire interior. Además se debe evitar un exceso de humedad para evitar la formación de moho. Según el sistema o la forma de ventilar, así como el entorno en el que se halle el edificio, hay que tener en cuenta diferentes factores: ruidos, calidad del aire y humedad en el exterior...
En verano, el aire exterior es húmedo y caliente; en verano, es frío y seco. Y ¿qué papel desempeña la ventilación? Este problema se puede resolver ventilando cuando las condiciones exteriores son más favorables, por ejemplo, por la mañana temprano en verano; a media tarde en invierno.
En el ambiente interior se busca un correcto equilibrio entre la temperatura interior y la humedad del aire. ¿Qué es un ambiente agradable?
Un ambiente agradable es una condición de bienestar, una sensación. Se da cuando los habitantes del edificio expresan satisfacción con el ambiente que los rodea. El concepto de confort ha sido estandarizado mediante normativas, y las normativas sobre construcción incluyen estrictas especificaciones acerca de la temperatura y la humedad. En realidad, la definición de las condiciones de confort de un espacio interior es compleja y requiere implicar a muchas disciplinas, desde la física de la construcción a la psicología. Existen diversos factores que influyen en la experiencia humana de un espacio interior y que dependen de la evolución climática, el concepto social, las diferencias culturales y el nivel económico. En cierta medida, los humanos nos volvemos adictos a determinadas condiciones ambientales interiores con el paso del tiempo. Por ejemplo, cada vez se instalan más sistemas de aire acondicionado, no solo porque el clima es más cálido, sino porque se ha convertido en un símbolo de estatus. Otro manco de la estandarización del confort radica en que hasta ahora las condiciones de los espacios interiores se dividían en cuatro ámbitos distintos – visual, térmico, acústico e IAQ (Indoor Air Quality) – y se evaluaban de forma independiente, mientras que los humanos perciben la realidad como un todo. Otros factores como las vistas por la ventana o el ruido de fondo no se tenían en cuenta.
Las investigaciones más recientes incluyen más criterios para abarcar el potencial de ahorro energético e indican, por ejemplo, que los seres humanos toleran temperaturas interiores fuera de la norma si tienen una buena vista a través de la ventana y entran en contacto con el mundo exterior.
¿Cuál es la relación entre la percepción subjetiva y un ambiente salubre medible en el hogar?
La cuestión es más bien qué es un ambiente sano. Hay estudios psicológicos que se centran en la influencia en la salud de un clima interior estático. Al parecer, nuestro metabolismo se vuelve más aletargado si la temperatura y la humedad son constantes y está menos capacitado para adaptarse a diferentes temperaturas, lo cual puede conllevar toda una serie de potenciales enfermedades. Esto puede ser peligroso en estos tiempos de cambio climático en los que previsiblemente van a aumentar la frecuencia e intensidad de las olas de calor. Las tendencias más recientes de la investigación apuntan por ello a entornos dinámicos con el fin de mejorar la salud, pero también para aprovechar al máximo el potencial de ahorro energético asociado a condiciones dinámicas en el interior.
¿Cómo se consigue una buena calidad de aire cuando el entorno está fuertemente contaminado?
Independientemente de si las fuentes se hallan en el exterior, existen diferentes soluciones, como filtros, purificadores de aire o ventilación controlada dependiendo de la concentración de toxinas, así como ventilación natural si las concentraciones son más bajas. A diferencia de los sistemas de ventilación naturales, los sistemas mecánicos suelen disponer de opciones para filtrar el aire. Por supuesto, a nivel político también tienen que tomarse medidas para reducir la contaminación del aire, como son la renovación de edificios, el cambio a electromovilidad, el uso de bicicletas y la mejora del transporte público hacia una movilidad sostenible.