Mucha entrada de luz gracias a las ventanas Finstral.
Un antiguo edificio industrial se renueva por completo para transformarlo en un edificio de oficinas moderno. El arquitecto se decidió por una estética en blanco y negro, con grandes contrastes y a la vez austera, para el exterior. Los elementos oscuros sobresalen del resto de la clara fachada, tanto en el color como en la forma. En consonancia, los perfiles de aluminio negro de las ventanas refuerzan el contraste y trazan una línea unitaria.
Las grandes superficies acristaladas dejan entrar mucha luz en el interior y crean una atmósfera de trabajo agradable. Las ventanas con el aspecto todo vidrio por el exterior de Nova-line llevan al límite la reducción del marco y maximizan la entrada de luz, lo cual encaja con un lenguaje arquitectónico claro y moderno. Los frentes acristalados aportan una agradable liviandad al conjunto del edificio.