Fachada de cerámica conservada gracias al montaje Finstral.
Finstral renovó las ventanas en un complejo de edificios con una llamativa y valiosa fachada de cerámica en la calle Rindermarkt de Múnich. El desafío era no dañar los azulejos de la fachada protegida. La solución fue el montaje con marco de renovación por el interior, sin trabajos de albañilería ni andamios, evitando tocar el muro y protegiendo los azulejos.
Finstral también destacó por su gama de productos modulares, adaptada a las exigencias de protección de la fachada. En la última renovación, las ventanas de dos hojas fueron reemplazadas de la segunda a la cuarta planta por ventanas de una hoja con un cuarterón adherido, sin haberlo consultado con las autoridades de patrimonio. Gracias a la modularidad, Finstral pudo suministrar una variante de dos hojas que se asemejara al diseño original.